Así empezamos. Al principio solamente hablábamos una vez por día. Con el tiempo, empezamos a necesitarnos. Es decir, yo empecé a necesitarlo. Y él parecía no necesitar nada. Y así acabó, ofreciéndome la mayor desilusión de mi vida...
A pesar de todo, no es su culpa.
Mi problema fue quererlo mucho y conocerlo poco.
Cuantas veces pasa...lamentablemente pasa.
ResponderEliminarSí, pero a veces parece que te pasa sólo y exclusivamente a ti y que nunca va a dejar de ocurrir... Eso es perder la fé.
Eliminar