Lectores de buen gusto

domingo, 28 de abril de 2013

Amarga sonrisa. Cuando quieres dar una sorpresa, cuando piensas en los detalles, te esfuerzas y eres feliz pensando en la felicidad que suscitarás. Y la espera se transforma en alegría. Y luego, plof, basta una llamada, una frase inocente o un retraso para que todo salte por los aires y tú te quedes con las manos vacías…

lunes, 22 de abril de 2013

El olvido.


Guardare en mis ojos tu ultima mirada. 

Algún día entenderás que todos mis silencios te nombran, que la soledad me sabe a ti. Que siempre cierro los ojos para mirarte y recordarte. Que cada suspiro me une a aquellos recuerdos, aquella lista infinita de besos que guarde para cuando llegara el día de sentir los ángulos mas íntimos de tu cuerpo encajados en los míos.  

Ahora ni el sonido de tu voz que inundaba suavemente mi oído, ni el calor de tus brazos que encerraban todo lo que alguna vez fue mío, ni el andar a tu lado, ni el sabor de tus besos, ni los 27 lunares que exploraban tu cuerpo, ni el ritmo de tus latidos que cantaban una canción que solo yo escuchaba, o si algún día sentí que contigo mi vida tenia sentido. Nada extraño de eso y te aseguro que puede ser esta la primera vez que te he mentido. 

Guardare en mis ojos tu ultima mirada. 

domingo, 21 de abril de 2013

Sin sentido.


Me encontré con sentimientos familiares en un lugar extraño y desconocido. Tal vez no eran los objetos que me rodeaban, sino el peso de su presencia que al levitar sobre mi pecho me causo una sensación inexplicable. Una sensación que me ha encerrado en medio de sus cuatro paredes. Fue suficiente para transmitir lo necesario en medio de un silencio tan completo. Un silencio que me ha costado tanto ignorar. Sin salida, la batalla entre mi mente y mi corazón se ha vuelto a revelar. Penetrar otro tipo de pensamiento no se ha tratado de convencerme - convencerlo - que sus citas me resbalan. Llegar a un acuerdo con mi conciencia es mi única opción. Somos diferentes, eso es lo único que tenemos en común.

Se aleja, yo me alejo. Vuelve, y yo me dejo.


Mi carta anónima.


Una sensación encerrada en el miedo. Aparte de la felicidad, la alegría, el amor, lo que siento es una sensación ahogada por miedo. Te amo, pero no debería amarte. Aunque vale la pena arriesgar y sufrir por algunos sentimientos, aún existe la razón. Una razón que me recuerda a diario el desorden que estoy armando - Transcurre mi vida y se agranda desde el momento que mi cabeza ligeramente se despega de la almohada hasta el momento de su pesado reencuentro con ella.

Te he dado toda la confianza, te he dado mis sonrisas. También has sido el culpable de todas mis tristezas. ¿Por qué te las di?, ¿Será que estos sentimientos si valdrán la pena? Lo único que se es que no se nada en verdad.

La espera...


Ninguno de los dos se imagino que esta situación podría desarrollarse así. Así de una manera en la cual ambos andamos desesperados… quizás enamorados, pero mas que todo desesperados. La clave ha sido esperar, aguantar, pero mas que todo esperar. No soltar esa ilusión, no bajarnos de esa nube trascendente que se ubica en un cielo rosado, no abandonar la esperanza que nos tormenta y me recuerda de golpes a diario que la espera valdrá la pena. Es así. 

A veces me enrollo en un cuento que solo yo comprendo. No necesito que me entiendas. Lo único que necesito saber es que al final del túnel, al final de tanta espera, la recompensa estará ahí. Que tu estarás ahí. ¿También has sentido que nadie te entiende?

Me he dejado llevar. He flotado tranquilamente con todas las ansias, como una hoja de olmo que vuela sin sentido contra el viento primaveral. Un día llegará el día. El día de abrazarte, de desnudarte por fin de tanta espera. Nos hemos dejado llevar, pero la espera nos va a matar. 

Desaparecido.



Me queda el recuerdo como consuelo. Las lágrimas, las sonrisas, la ternura, los besos. La manía de levantarme en las mañanas con aquella memoria de una experiencia aun no vivida. Imprudente y lejana. Acostarme y taparme con las sábanas, esperando que tus labios me descubrieran.. mis manos abiertas esperando el peso de las tuyas, mi piel fría, anhelando el calor de tu cuerpo. Pronto serás solamente un recuerdo. 

Ya no te sueño como antes. A veces ni apareces. Te espero en las noches como por costumbre, pero no te encuentro. He tratado de dormir mas tiempo, consumirte, anhelarte. Recordar tu aura que antes brillaba una gama de colores e inhalar. Profundamente. Últimamente te he visto arropado de blanco. 

Recuerdo los días del pasado cuando tu sonrisa y mi alma en busca de compañía se alimentaban mutuamente con deseos. El profundo anhelo de querernos juntos. A tu lado disfrutaba mis insomnios y aquel lugar en primera fila donde veíamos entrar el sol por la ventana. Su calor que rozaba cada parte de tu cuerpo desde tus pestañas infinitas hasta la punta fina de tus pies.

Te soñé tantas noches, te imagine tantas veces. Hice de mi vida tantas vidas donde incluía tu nombre en cada renglón de mi historia. Sí, te quise en mi todo. Ahora serás solamente un recuerdo. 

Promesas.


Puede que no seas lo que toda mujer busca en un hombre, pero eres todo lo que necesito. Nadie podría imaginarse el cosquilleo de sentirte cerca, aquellas ganas locas de quererte hablar. No te prometo eternidades infinitas a mi lado, ya que el universo no lo quiso así, pero te puedo jurar los mejores días, las mejores noches - los mejores amaneceres. Tengo como despertador para ti un concierto de besos y sonrisas guardadas, las mejores, aunque no sean demasiadas. 

Prometo que quiero amarte despacio y sin prisas, muy rápido y con intensidad. Sin comas ni puntos tendremos un amor gramaticalmente imperfecto, un amor tan tuyo como mío, un amor de los dos. Puede ser una tarde lluviosa, una noche cubierta por la obscuridad y aun así te seguiré amando. Como se ama el pensamiento, como se aprecia el sueño que me abrazas contra tu cuerpo? La dulzura de tus caricias, el sabor a miel de tus labios, la magia de tus manos que escribirán mil versos sobre mi piel. Aquellas sensaciones bellas y extrañas que inundan mi ser. 

No te podre jurar que este amor será para siempre, pero te juro que estaré en tus recuerdos para toda la vida. Por siempre permaneceré abrigada por la mas tierna sensación que aun sigue siendo extraña, mi dulce y bello amor.

Antes de que empiece a amanecer y vuelvas a tu vida habitual debes comprender que entre los dos todo ha sido puro y natural, tu loca manía ha sido mía solo una vez. Dulce ironía, fuego de noche, nieve de día…



Aprendizajes.


Que una enfermedad no te enseña a morir, te enseña a vivir, a amar la vida con todas tus ganas.
A mi su enfermedad me enseñó cuan simple eran algunas cosas y que yo no las podía ver, me enseñó que todo es sencillo que somos nosotros los que la complicamos.
Me enseñó que un abrazo dado un segundo fuera de tiempo se convierte en un abrazo que desearías haber dado, me enseñó que nadie elige cuando y como va a morir, que hay que aprovechar el hoy, el mañana no existe…

Su voz desgastada por tanto cigarrillo, su cabeza sin un solo cabello, su cuerpo cada día mas deteriorado y su ánimo tan cambiante, que un día podía levantarse y reír a carcajadas y otros días simplemente podía pronunciar -me estoy yendo- me destrozaba el corazón…

De su ánimo dependían las tardes de familia, si él estaba mal hasta el aire parecía cortarte la respiración, donde las miradas podían leerse a simple vista y no daban un buen panorama.
El cáncer le enseño a vivir, a que hay que ponerle una buena cara a la vida que sino se vuelve rutinaria, pero también el cáncer le dio sueños, sueños que nunca se van a cumplir… A mí, su enfermedad me dejó conocerlo, empece a reconocer otros ojos, que suplicaban amor, simplemente me enseñó que la vida en un segundo puede darte o quitarte todo de un golpazo, y que un día, te olvidas de, simplemente, respirar…

Lo que no espero de ti y tú puedes esperar de mí.


No espero de ti la perfección, porque te respeto tal como eres, y no pretendo que no falles nunca, porque eres, como yo, un ser humano.
No quiero saber todos tus secretos, sé que eres una persona aparte.
Ni que cubras todas mis necesidades;
porque comprendo que tienes esperanzas y sueños propios.
No pongo en duda tu fuerza, porque sé lo lejos que has llegado, pero tampoco espero que tú lleves toda la carga, pues yo estoy aquí para llevarla contigo.
No pido que conozcas todas las respuestas, sé que habrá veces que tendrás tantas dudas como yo. Sólo te pido que me cuentes como amiga cuando necesites apoyo o alegría, como socia en los sueños y el futuro, como consuelo cuando necesites olvidar el mundo exterior.

Y te pido que recuerdes siempre lo mucho que te amo.


Si las miradas hablasen...

Ninguna mirada es igual a otra, aunque procedan de la misma persona.
Nunca vas a mirar igual a todos, cada mirada es un sentimiento diferente, un mundo. En una mirada puedes contar mil historias que nunca te atreverías a decir.

Aprender a leer una mirada te abrirá el corazón de muchas personas, desnudando su alma a través de la mirada.


Los ojos se hicieron para mirar.
La boca para hablar.
Las orejas para escuchar.
El corazón para amar.
Y yo, yo estoy hecha para amarte a ti. 

Llévame contigo a cualquier lugar, toma mi mano y no me sueltes aunque tengas la necesidad de hacerlo. Llévame donde puedas, tan lejos o tan cerca como sea posible, pero llévame. 
Llévame donde quieras, pero siempre llévame lo más cerca posible a tu corazón, a ese cálido corazón tuyo con esa extraña pasión que te caracteriza.

Llévame y nunca me dejes.