Lectores de buen gusto

lunes, 23 de diciembre de 2013

No te arrepientas de nada.

Cada uno de nosotros es la suma total de todos los momentos que vivimos con toda la gente que conocimos, y esos momentos son nuestra historia de vida.
 

La cruda realidad.

Llegué a una conclusión: Un día tienes todo y después nada. Fue amor y hoy es indiferencia, fue ternura y hoy es frialdad, fueron detalles y hoy son rechazos. La vida es pasajera y el amor prestado, nunca pensamos; sólo actuamos. Cometemos errores, la ''cagamos'' y luego nos arrepentimos. Es ley, por confiados perdemos lo que creemos que está asegurado. 
Nada más que tú te perteneces a ti.

Yo creo en la honestidad.

Las promesas que hace la gente, no son falsas, cuando se hacen se hacen de verdad, porque las quieren cumplir, es el tiempo, las circustancias, y muchas cosas más las que las van conviertiendo en falsas.

jueves, 12 de diciembre de 2013

El secreto del éxito.

Sí, puede que no sea la persona más fuerte, ni la más valiente o la más decidida. Puede que me equivoque muchas veces, demasiadas quizás… Puede que me de cuenta de lo que quiero cuando ya no lo tengo, que mi lista de caprichos sea larguísima, que mis paranoias aumenten día sí y día también; que los malos momentos sean muchos, aunque los buenos los superen. Puede que complique lo fácil, que facilite lo difícil, y también puede que tropiece cien mil veces con la misma piedra, pero ten por seguro que siempre me voy a levantar.

Soy un halo de misterio.


Nadie conoce mi verdadero yo. Nadie sabe cuantas veces he llorado sola en mi habitación. Nadie sabe cuantas veces he perdido las esperanzas. Nadie conoce los horrorosos pensamientos que pasan por mi cabeza cuando estoy triste. Nadie me conoce realmente.

martes, 10 de diciembre de 2013

Mujer.

Tengo mi teoría que explica por qué un ser tan bello como la mujer puede llegarse a creer el más despreciable, dejándose pisotear e, incluso, humillar.

Las mujeres somos poderosas, pero parece que somos las únicas que no nos enteramos. Hasta que no nos damos cuenta del gran poder que tenemos, nunca sabremos como gestionar ese potencial para crecer. Las que lo entienden aprenden a exprimir la energía de la vida intensa y femeninamente. Las que no, viven comparándose y odiándose. Torturan sus hermosos cuerpos y sus creativas y potencialmente perceptivas mentes. Se encierran en una esquina y se convierten en un burrito de tristeza, cuando, en realidad, son unos enormes y ricos nachos con guacamole.

No creáis lo que la sociedad dice que sois; tampoco lo que vuestra pareja os obliga a intuir que sois. Sed sólo lo que queráis ser. Para conseguir algo que nunca tuviste, hay que hacer, y añado, creer en algo que nunca hiciste. 

Marca una meta y sigue tu paso firme de mujer.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Ser o no ser; soy una sirena.

Consiste un esfuerzo prodigioso el ser, ser quién realmente somos, me refiero. El que te sientes por dentro, el que hierve cuando no aceptas tu condición o tus delicados y bellos complejos.
¿Habéis visto ''La Sirenita'' de Walt Disney? Fue mi película favorita cuando era una niña, pero jamás comprendí por qué tan fascinante sirena deseaba ser humana y desprenderse de su maravillosa cola.
Cuando me ponían la peli, nunca quería verla acabar, porque mi final feliz era otro. En mi final feliz, el príncipe, ese feo con cara de travesti, la habría amado siendo tal y como era: una sirena de cola a cabeza.
Sí, es cierto, quizás Eric habría tenido que comprar una pecera gigante, y puede que la casa se tornara algo húmeda, pero ella nunca debió haberse abandonado. A estas alturas, estoy segura de que Ariel ya se habría cosido las piernas para volver al mar. 
Con esto quiero decir que todo es importante, pero lo es por encima de todo, amar quien eres y pregonarlo con orgullo.
Yo también soy una sirena, me he aceptado, jódete. Si no te gustan mis escamas, nunca sabrás lo bien que canto bajo el mar.

Hola, existencia:

Te escribo para decirte que sea cual sea el plan que tienes para mí, pienso mejorarlo y moldearlo con las manos. Y que así sea, también, para todos los que estén leyendo esto en el momento presente. Vamos a construir encima de tus planes y casi siempre hacia arriba. Y lo haremos tan arriba que sólo se nos verá el sexo para el que levante la vista desde el suelo.
Le llamas y se corta; te llama y no suena. A veces, vas y ya se ha ido; otras, lo quieres y ya no está. Ay, pero tengo una sonrisa infinita, una que no se va. He aprendido a disparar con ella, y me soluciona los días sin rumbo, los días hacia callejones sin salida...
Que algo no sea ahora no significa que nunca vaya a ser.
No me rindo. Y, si yo no me rindo, tú tampoco.