He renunciado a la tentación y me he deshecho de las llamas, he resurgido de las cenizas pero mis miedos no han desaparecido. Sigo temiendo a la muerte, sigo temiendo al paso de los años, a la volatilidad del mundo. Y los miedos me afectan, me hacen daño y no puedo cambiarlo.
A veces intento recordar cuán fácil era vivir en un mundo en el que, a diferencia de la gran mayoría de la gente, no temía a la muerte. Pero sé que tan solo era una falacia, porque lo cierto es que no dejé de tener miedo, solo trasladé mi miedo a otros aspectos de mi vida y resultó ser todo mucho más difícil.
No es fácil convivir con tus miedos. Soy una persona extremadamente sensible, todo me afecta en exceso y a veces lloro sin motivo. Pero también sonrío sin motivo por el simple hecho de que, a pesar de mis miedos, estoy satisfecha con lo tengo.
Me ha encantado el texto. Espero que prono haya más.
ResponderEliminarUn beso desde el paraíso:
http://losdeliriosdepandora.blogspot.com
Muchas gracias.
EliminarUn beso <3