Lectores de buen gusto

miércoles, 12 de junio de 2013

A flor de piel.

He renunciado a la tentación y me he deshecho de las llamas, he resurgido de las cenizas pero mis miedos no han desaparecido. Sigo temiendo a la muerte, sigo temiendo al paso de los años, a la volatilidad del mundo. Y los miedos me afectan, me hacen daño y no puedo cambiarlo.

A veces intento recordar cuán fácil era vivir en un mundo en el que, a diferencia de la gran mayoría de la gente, no temía a la muerte. Pero sé que tan solo era una falacia, porque lo cierto es que no dejé de tener miedo, solo trasladé mi miedo a otros aspectos de mi vida y resultó ser todo mucho más difícil.

No es fácil convivir con tus miedos. Soy una persona extremadamente sensible, todo me afecta en exceso y a veces lloro sin motivo. Pero también sonrío sin motivo por el simple hecho de que, a pesar de mis miedos, estoy satisfecha con lo tengo.

2 comentarios:

  1. Me ha encantado el texto. Espero que prono haya más.

    Un beso desde el paraíso:
    http://losdeliriosdepandora.blogspot.com

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