Lectores de buen gusto

lunes, 15 de julio de 2013

El mundo jamás tiene suficiente.

¿De dónde puedo sacar esas fuerzas?
¿Cómo seguir adelante cuando la noche parece más densa y oscura?
¿Cómo seguir llorando cuando el frío congela mis lágrimas?
¿Hay alguien ahí?
Es un nuevo día,
Una nueva mañana,
Una tarde más que transcurre en tu corazón.
Cuando crees que el dolor se hace insoportable,
Cuando ves que al parecer la noche no llega a su fin,
Cuando no puedes oír el canto de las aves en la mañana,
Cuando te preguntas por qué y aguantas como si fueras demasiado insensible para llorar.
No desesperes amiga mía, suave bálsamo de mis suspiros.
Arriba, Diosa de mis percepciones
Que el día siempre llega,
La noche siempre acaba y la luz siempre devora a la oscuridad.
“Aguante”,
Debes tatuar en tu frente,
“Fuerza”
 Debe ser tu alimento,
“Amor”,
 Tu predicamento.
No sé donde va mi mente ahora,
Solo sé que aquí voy otra vez.
No importa donde fue el pasado,
Ahora sé dónde voy.
Cada palabra lanzada,
Cada suspiro perdido en los aires,
Cada beso grabado en el recuerdo
Y cada recuerdo incrustado en nuestro corazón,
Sirven para saber que todo y todos nos dejan algo,
Ese regalo que con el tiempo cobra más valor
Y que nos saca sonrisas lagrimosas en la ventana de nuestros pensamientos.
 La vida.
Suave misterio,
A veces oscura,
A veces hermosa
Y otras veces ilógica.
Única con sus dulzuras y amarguras.
Aquí estamos tú y yo.
Yo escribiendo para ti
Y tú leyendo para mí.
Porque mis palabras también son tus palabras
Y su significado dueño de nuestras almas.

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