Lectores de buen gusto

domingo, 21 de abril de 2013

Mi carta anónima.


Una sensación encerrada en el miedo. Aparte de la felicidad, la alegría, el amor, lo que siento es una sensación ahogada por miedo. Te amo, pero no debería amarte. Aunque vale la pena arriesgar y sufrir por algunos sentimientos, aún existe la razón. Una razón que me recuerda a diario el desorden que estoy armando - Transcurre mi vida y se agranda desde el momento que mi cabeza ligeramente se despega de la almohada hasta el momento de su pesado reencuentro con ella.

Te he dado toda la confianza, te he dado mis sonrisas. También has sido el culpable de todas mis tristezas. ¿Por qué te las di?, ¿Será que estos sentimientos si valdrán la pena? Lo único que se es que no se nada en verdad.

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