Lectores de buen gusto

domingo, 21 de abril de 2013

La espera...


Ninguno de los dos se imagino que esta situación podría desarrollarse así. Así de una manera en la cual ambos andamos desesperados… quizás enamorados, pero mas que todo desesperados. La clave ha sido esperar, aguantar, pero mas que todo esperar. No soltar esa ilusión, no bajarnos de esa nube trascendente que se ubica en un cielo rosado, no abandonar la esperanza que nos tormenta y me recuerda de golpes a diario que la espera valdrá la pena. Es así. 

A veces me enrollo en un cuento que solo yo comprendo. No necesito que me entiendas. Lo único que necesito saber es que al final del túnel, al final de tanta espera, la recompensa estará ahí. Que tu estarás ahí. ¿También has sentido que nadie te entiende?

Me he dejado llevar. He flotado tranquilamente con todas las ansias, como una hoja de olmo que vuela sin sentido contra el viento primaveral. Un día llegará el día. El día de abrazarte, de desnudarte por fin de tanta espera. Nos hemos dejado llevar, pero la espera nos va a matar. 

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